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Finanzas para un planeta

Finance for one planet (Finanzas para un planeta) es una publicación de la Agencia Empresarial de los Países Bajos (RVO, por sus siglas en holandés), enmarcada en la iniciativa Community of Practice Financial institutes & Natural Capital (CoP Financial institutes & Natural Capital —Comunidad de Prácticas Institutos Financieros y Capital Natural) que aspira a servir de guía para que las instituciones financieras lideren la llevada a escala de la inversión sostenible, apoyen la incorporación del capital natural en los procesos de decisión y faciliten la mejor conexión entre el mundo de las finanzas y el mundo natural.

 

En las páginas del informe se recogen experiencias de distintas compañías sobre la importancia del capital natural en distintas clases de activos, el negocio de los seguros contra el cambio climático, la materialidad del capital natural, la transición hacia una economía verde de la mano de pequeñas entidades financieras o la medición de los impactos. En sus páginas, se recogen experiencias de distintas compañías sobre la importancia del capital natural en distintas clases de activos, el negocio de los seguros contra el cambio climático, la materialidad del capital natural, la transición hacia una economía verde de la mano de pequeñas entidades financieras o la medición de los impactos. Asimismo, también hay ejemplos sobre la contabilidad del capital natural y el cambio climático, cómo la naturaleza tomada como punto de partida ha conducido al surgimiento de nuevos socios, la adecuada gestión del agua, el uso y la degradación del suelo, colaboración para conservar ecosistemas necesitados, el capital natural en las carteras estratégicas y el impacto de la inversión y la financiación del capital natural.

Kitty van der Heijden, directora del Instituto Mundial de Recursos Naturales para Europa y África, recuerda en el prefacio del informe que multitud de estudios demuestran claramente que «dentro de 15 años habrá 3000 millones de consumidores de clase media adicionales que se sumarán a la economía mundial y querrán tener acceso a electricidad, transporte, comunicación y atención de la salud».

«Ante este panorama, el mundo necesitará tres veces más recursos de los que consume en la actualidad. Se estima que la demanda de alimentos, piensos y fibra aumentará un 70 %. Sin embargo, en torno a un 60 % de los principales servicios de los ecosistemas mundiales de los que dependen estos productos, ya están degradados o están siendo utilizados de manera insostenible.

Si no modificamos nuestros patrones de producción y consumo, el planeta vivirá una crisis de crédito ecológico mucho peor que la crisis financiera de 2008.

Estas amenazas tienen sus raíces profundas en la manera en que es financiado nuestro crecimiento económico. A pesar de que nuestras economías y sociedades dependen de un número limitado de reservas de capital natural, el valor de los recursos —bienes y servicios proporcionados por los ecosistemas— ha sido subestimado y habitualmente considerado como un activo «invisible». El fallo a la hora de valorar nuestro capital natural, del que dependen nuestra riqueza y bienestar, es un fracaso serio en el mercado de capital global. Con un valor de muchos trillones de dólares en activos financieros, el mercado de capital mundial da forma al mundo en que vivimos y el que nuestros hijos heredarán.

En su conjunto, el sector financiero se enfrenta a riesgos sistémicos y de producto muy elevados relacionados con el capital natural. La escasez de recursos naturales y los impactos del cambio climático incluso ponen en peligro el retorno de la inversión. Existes riesgos inherentes cuando el sector financiero no se anticipa y adapta a la sostenibilidad. La urgente necesidad de cambiar de los combustibles fósiles a la mitigación del cambio climático implica que las reservas en las hojas de balance pueden acabar con activos bloqueados, lo que podría conducir a una nueva crisis finaciera —the carbon bubble (la burbuja del carbono)—.

El sector financiero se encuentra en una posición privilegiada para actuar de motor de cambio a la hora de guiar la transición de los diferentes mercados hacia la sostenibilidad. La inversión en proyectos verdes y ser precursor de la integración del capital natural en los procesos de decisión no solo reduce riesgos, también permite a las instituciones financieras convertirse en líderes de la nueva economía.

Numerosos informes subrayan que esto es económicamente racional. En palabras de Nanno Kleiterp recogidas de su libro Banking for a better world (Banca para un mundo mejor), “la inversión sostenible y el apoyo a un empleo inteligente del capital natural ofrece a las instituciones financieras una nueva corriente de inversión y perfiles de rentabilidad más resilientes”. Para lograr la escala de la inversión sostenible, el mundo natural y el de las finanzas necesitan estar mejor conectados. Sobre esto es acerca de lo que trata el presente informe. Confío en que sirva de inspiración a los activistas ambientales y a los inversores financieros para que trabajen juntos. Quizá puedan ser guiados por las sabias palabras de Henry Ford: “Reunirse es el principio, permanecer juntos es avanzar y trabajar juntos es el éxito”».

Pincha sobre la imagen para descargarte el informe en formato PDF.

 

El sector financiero se encuentra en una posición privilegiada para actuar de motor de cambio a la hora de guiar la transición de los diferentes mercados hacia la sostenibilidad.

 

Fuente: RVO.

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