Mark Gough, director ejecutivo de la Natural Capital Coalition, fue el último ponente de una mañana repleta de presentaciones muy diversas e interesantes encaminadas a introducir el concepto del capital natural y a contextualizar de qué hablamos cuando hablamos de capital natural.
Con un discurso muy fresco y motivador, Mark Gough fue muy insistente al defender que necesitamos trabajar juntos y de forma colaboradora para dar visibilidad al capital natural en los procesos de decisión. Y es que, con los desafíos globales que enfrentamos, la colaboración a través de asociaciones voluntarias se convertirá en un alternativa con cada vez mayor peso, y el Protocolo es una prueba de lo que puede lograrse a través de ellas.
En su explicación, recordó un dato compartido durante la mañana y es que se estima que un 36 % de la riqueza de los países más pobres depende del capital natural. Sin embargo, su opinión es que tanto dichos países como el resto dependen un 100 % del capital natural. «Sin capital natural no habría ninguna riqueza», incidió.
Para contribuir a que desde el sector empresarial, principal beneficiario de los servicios de los ecosistemas y de la biodiversidad, se reconozca el valor del capital natural, surgió el proyecto de desarrollo del Natural Capital Protocol.
Esta herramienta es fruto de un trabajo participativo con empresas de todo el mundo de muy diversos ámbitos, diseñada para ayudar a las compañías de cualquier sector a medir y valorar sus impactos (positivos y negativos) y dependencias del capital natural. Su objetivo es aportar información creíble, rigurosa y procesable para que los directivos puedan adoptar decisiones verdaderamente informadas.
Esta apuesta buscaba provocar «new thinking«, revolucionar la forma en que las empresas evalúan sus operaciones y toman decisiones, lo que se traduce en la reducción de la contaminación, la protección de la biodiversidad y la limitación de los efectos del cambio climático, mientras que produce simultáneamente resultados positivos para los negocios, salvaguarda las operaciones y apoya los esfuerzos para crear un mundo más sostenible.
«La mayoría de empresas tienen una gran dependencia del agua y no veo que estén trabajando mucho sobre este asunto», aseguró el director ejecutivo de la Natural Capital Coalition.
Gough también subrayó el importante papel que puede jugar el Protocolo para facilitar a las compañías alinear sus respectivas estrategias con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y defendió que el enfoque del capital natural tiene que ser llevado a escala nacional para avanzar en los importantes retos que tenemos como sociedad.
Por último, insistió en que el Natural Capital Protocol no solo está diseñado para el reporting, sino que está dirigido a apoyar los procesos de decisión y avanzó que se prevé el lanzamiento del kit de herramientas para ayudar a la aplicación del Protocolo, iniciativa liderada por el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) para la próxima primavera.