Ecosystem Services Accounting for Development (ESAforD, —Contabilidad de los Servicios de los Ecosistemas para el Desarrollo) es un proyecto de colaboración en el que participan investigadores de siete países que está dirigido por la Agencia de Protección Ambiental de Suecia (APAS). Su objetivo consiste en desarrollar la valoración de tres servicios de los ecosistemas primarios: los servicios de polinización; los sistemas naturales que mejoran la calidad del agua; y la provisión de valor recreativo de los espacios abiertos verdes en los entornos urbanos.
Imagen: Andor Szathmari (Freeimages)
La misión de esta iniciativa consiste en llegar a un acuerdo sobre los métodos que van a utilizar con el fin de contribuir al desarrollo de un sistema de contabilidad nacional estandarizado para la valoración de los servicios ambientales. Así, expertos de Costa Rica, China, Etiopía, Kenia, Tanzania, Sudáfrica y Suecia buscan establecer un marco equivalente al «Producto Interior Bruto» (PIB), un sistema empleado por las Naciones Unidas para crear un estándar para los países interesados en reflejar este aspecto en su desempeño económico. El PIB es parte de los sistemas de contabilidad nacionales de la ONU.
Los miembros del grupo de trabajo encargados de esta investigación han identificado tres servicios de los ecosistemas primarios como las áreas de enfoque en las que trabajarán durante los cuatro años de duración del proyecto: los servicios de polinización; los sistemas naturales que mejoran la calidad del agua; y la provisión de valor recreativo de los espacios abiertos verdes en los entornos urbanos.
Tras más de un año de trabajo, concluyen que son conscientes de que cada país tiene datos diferentes, por lo que «si queremos ampliar la forma de medir un servicio ambiental o valores de transferencia de un país a otro, necesitamos un mejor enfoque para evitar errores», según Jane Turpie, directora de EPRU (Environmental Policy Research Unit —Unidad de Investigación de Política Ambiental).
Además, han llegado a otras conclusiones interesantes. En este sentido, Byela Tibesigwa, investigadora Senior del proyecto, explica que «hemos descubierto que hay una relación fuerte, positiva y significativa entre los polinizadores de los hábitat naturales y la producción agrícola. La agricultura minifundista depende principalmente de la naturaleza, por lo que los polinizadores silvestres son su única fuente de polinización». Hasta ahora, la mayoría de estudios existentes solo ha examinado el impacto que una disminución de los polinizadores tiene en la agricultura comercial, en lugar de evaluar el valor económico de la polinización para los pequeños agricultores de los países en desarrollo».
Por su lado, Jessica Alvsilver, economista ambiental en la APAS y coordinadora de ESAforD, aclara que, debido a que los bosques proporcionan un hábitat para polinizadores silvestres, la distancia entre los bosques y las explotaciones es importante: Si perdemos una hectárea de bosque, qué implicación tiene esto en el los ingresos de los agricultores?».
Con el fin de establecer una medida del valor de los servicios de polinización, se están combinando datos sobre la cobertura de la tierra con información sobre los rendimientos agrícolas y las actividades económicas asociadas a lo largo de países como Tanzania.
Otro de los hallazgos es explicado por Matías Piaggio, economista del EfD en Costa Rica encargado de estudiar el valor de los servicios de purificación de agua de los diferentes tipos de cobertura del suelo natural, en particular, de los bosques. Durante este más de un año de trabajo ha reunido los datos mensuales en el periodo 2005-2015 de 15 plantas de tratamiento de agua situadas en Costa Rica. Próximamente, este estudio se ampliará para cubrir un periodo de tiempo más largo y un mayor número de instalaciones.
Según el técnico, cuando un bosque situado aguas arriba de una planta de tratamiento de agua está intacto y sano, el agua que llega a la planta es de mejor calidad que si el bosque ha sido fuertemente recolectado o talado. La llegada de agua de mejor calidad a la planta significa menos productos químicos necesarios para limpiar el agua y, por lo tanto, los costes de purificación son más bajos.
Un aspecto único característico del proyecto EfD es que los investigadores también van a estudiar el papel del género en la valoración de servicios de los ecosistemas. Es decir, están interesados en lograr una mejor comprensión de las dinámicas de género que sustentan los pequeños agricultores y los servicios de polinización en los países. Los resultados preliminares obtenidos en Tanzania muestran que las mujeres agricultoras se benefician más de los servicios de polinización agrícolas que los agricultores varones.
Fuente: WAVES.